Foto: FIFA |
Dejar todo, correr hasta el final, sacrificarse por el
compañero, hombro con hombro, unidos en la victoria y en la derrota. Argentina
se bancó a Alemania durante 113 minutos, pero los europeos aprovecharon un
hueco y metieron el 1-0 decisivo para llevarse la cuarta Copa Mundial y ponerse
a solo uno de Brasil.
Llegaron como favoritos, venían de hacerle 7 al país
anfitrión y mayor ganador de toda la historia del fútbol mundial, y aun así sufrieron
hasta el final para llevarse el triunfo. Argentina tuvo sus chances, con un increíble
mano a mano de Higuaín en el PT, otra de Messi y una de Palacio, pero no se
concretaron y lógicamente se pagaron caro.
Con el pasar de los minutos el físico alemán se hizo sentir,
Argentina se replegó y aguantó con la idea de explotar la contra y sorprender a
la defensa alemana. Por eso Sabella metió a Agüero por Lavezzi en el entretiempo,
para jugársela en los 90 minutos e intentar lograr la diferencia necesaria para
ganar el partido.
El gol no llegó y vino el tiempo extra. Seguimos con el
mismo libreto, pero lamentablemente Alemania encontró un espacio en la defensa
argentina y con una definición exquisita de Gotze clavó el 1-0, que fue a la
postre el resultado final del encuentro.
Queda mucho por analizar y comentar de esta nueva final que
volvió a disputar Argentina luego de 24 años. No es casualidad que Alemania
levante la Copa, es el resultado de una década de trabajo serio, sacrificado y
comprometido. Exactamente lo mismo que pregona el Sabellismo/Bilardismo, y que
tantas veces fue criticado y menospreciado.
Pueden estar de acuerdo o no con esta forma de jugar, de
analizar el juego, de trabajar cada partido, de pensar cada momento. Son
gustos. Yo muero con esta, jugando así seguramente tendremos otras instancias
decisivas y posibilidades de levantar una Copa. Este es el camino, esta es la
nuestra, hoy más que nunca, Soldado de Sabella/Bilardo/Zubeldía.
Por @fedesangalli
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