VERGÜENZA

Vergüenza por muchas cosas, por la violencia que hoy no fue tal pero que alcanzó para suspender un partido por el obvio motivo de la recurrencia intencional de la agresión.

Vergüenza porque más de 700 efectivos policiales no pueden prevenir (o no quieren, que es mucho peor) que 20 chicos tiren cohetes al campo de juego y demuestra que el operativo de seguridad es una estafa a los clubes.

Vergüenza por la connivencia de políticos y dirigentes con las barras, pero más vergüenza aun por la hipocresía que tienen para declarar que quieren erradicar la violencia. Y como dirían los Redondos sepan que violencia es mentir, y nosotros estamos cansados.

Impotencia porque intentamos, incansablemente, la odisea de ir al infierno de Quilmes un lunes a las 7 de la tarde para volvernos con una sensación de frustración imposible de expresar en un post.

Y, como agravante indisimulable, el terrible sentimiento de no verte un partido más, Bruja. Gracias Capitán, de nuevo, por enfrentar a los barras como hiciste siempre desde que volviste, como cuando los echaste del Country.

Contanos qué pensás de lo que pasó hoy.