NOTA DE VARSKY SOBRE EL CHOLO EN LA NACIÓN

Les dejo esta hermosa columna que salió hoy en La Nación, escrita por el periodista Juan Pablo Varsky.


Aunque no salga campeón, Simeone es el personaje del año

Juan Pablo Varsky Para LA NACION


Mi modelo es Estudiantes. Cuando sea técnico, intentaré que mi equipo juegue así", me decía en noviembre del año pasado. Al Pincha lo dirigía Burruchaga y él todavía daba indicaciones dentro de la cancha en el irregular Racing de Teté Quiroz. Pero en cada charla ejercía de entrenador. Apasionado del juego y sus variantes, utilizaba al salero de central, al pimentero de mediocampista, al tenedor de lateral y se sacaba el cuchillo de los dientes para ponerlo de delantero. Armaba el arco con los vasos, ponía al mantel de pizarrón y la mesa estaba servida. A puro nombre propio (sin ellos la táctica no existe), demostraba que ya estaba listo para el cambio de hábitos. Exagerando, por supuesto, podríamos decir que hizo el curso de entrenador más largo de la historia. Duró 19 años. Desde su comienzo en Vélez hasta el precipitado final en la Academia, pasando por Pisa, Sevilla, Atlético de Madrid, Lazio, Inter y el seleccionado argentino, siempre supo que su vínculo con el fútbol traspasaría los pantalones cortos. Y que, tras colgar los botines, iba a sacar de la percha su impecable combinación de traje y camisa all black para vestirse de DT.

Cholo Simeone arrancó este 2006 como futbolista de Racing. La buena pretemporada le presagiaba una despedida a la altura de su ilustre carrera. Pero las cosas no salieron de acuerdo con el plan. Racing arrancó muy mal el Clausura y renunció Fernando "no me digan Madonna" Quiroz. Audaz, Fernando Marín le propuso dar ese paso para el que se había preparado durante mucho tiempo. Había llegado la hora de cambiar los utensilios por jugadores. O por sus propios compañeros que, de golpe, se convirtieron en dirigidos. ¿Recuerdan su último partido? Viernes 17 de febrero. La cancha de Quilmes. ¿El rival? Sí, su admirado Estudiantes dirigido por Burruchaga. Sosa y Lugüercio le amargaron el retiro con sus goles. Asumió el cargo al día siguiente con viaje a Mendoza para enfocarse en el clásico contra Independiente. "El duelo del retiro me duró media hora debajo de la ducha", dijo en su primer entrenamiento con buzo. Kun Agüero arruinó el estreno. Hubo más derrotas, facturadas por algunos hinchas. Le pusieron una bandera que decía "Muñeco Simeone". Vincularon su llegada al banco académico con el gallardo motín de Mar del Plata que había provocado la renuncia de Merlo en River.

Diego Menghi le dio su primera victoria, un sufrido 1 a 0 ante San Lorenzo. Tras un par de derrotas más, Campagnuolo atajó hasta el viento en Jujuy y ahí cambió el rumbo de su gestión. Pero su propio destino ya estaba escrito. Fernando De Tomaso, nuevo presidente de Blanquiceleste, había decidido reemplazarlo nada menos que con Mostaza Merlo, el hombre estatua. El final a toda orquesta con cuatro triunfos y un empate no le alcanzó para seguir en el club, pero sí le sirvió para encontrar trabajo rápidamente. Estudiantes, justo ese ejemplo a seguir, se había quedado sin DT nada menos que en los cuartos de final de la Libertadores, insólitamente desdoblados por el receso mundialista. Debutó en el Morumbí con la revancha ante Sao Paulo. El equipo mostró orden y carácter pero perdió en los tiros desde el punto del penal.

Su propio proyecto arrancó en el Apertura, con su amigo Verón como indiscutido líder. No lo ha hecho mal. Récord de puntos para el club en torneos cortos, récord de victorias consecutivas (diez, igualando al de Zubeldía) y el histórico 7 a 0 ante Gimnasia en el duelo de La Plata. La defensa menos vencida del Apertura es consecuencia del compromiso colectivo, ese trabajo que comienzan Pavone y Calderón, abanderados del pressing al primer pase del rival. El ataque variado (12 goleadores distintos para 31 tantos) surge de la vocación ofensiva de todos los jugadores, siempre dispuestos a tocar, moverse y aparecer por zonas inesperadas. Además, el tipo se ha dado unos cuantos gustos. Antes del clásico diagonal, armó un video motivador con el discurso de Al Pacino como entrenador de fútbol americano en Un domingo cualquiera . Sus muchachos lo marcaron como la jugada del día. Movió fichas y, como si fuera un salero de mesa futbolera, cambió de lateral al mediocampista Diego Galván. "Vos tenés más gol que centro, así que vas a jugar con el perfil invertido para definir directamente." Vean el primer gol ante Racing y tendrán la representación del diálogo en el campo de juego. Nunca lo dirá, pero ganarle al equipo de Merlo forma parte del menú. Es ese plato frío llamado venganza. La extraordinaria campaña no tendrá vuelta olímpica por culpa del Boca de La Volpe, Basile y Ribolzi, entrenador interino en el 0-2 del duelo directo.

Como Dunga en Brasil, Klinsmann en Alemania, Van Basten en Holanda o Donadoni en Italia, será el seleccionador de su país antes de que cumpla 45 años. Simplemente, una cuestión de tiempo que nadie puede manejar. Como hemos visto, en un año han cambiado muchas cosas en su vida. Pero algo sigue igual. En noviembre de 2006, el modelo de Diego Simeone sigue siendo Estudiantes. Ahora, algo más personal.

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