GRAN NOTA A SOSITA EN EL OLE

La copiamos para aquellos que no la leyeron. La parte que habla de Bilardo no tiene desperdicio! Queda claro que este presente y la nueva época dorada del Pincha se inició con Carlos como DT en el 2003. Ojalá vaya al Mundial, se lo merece!

"Ir al Mundial de Maradona y Messi sería impagable"

Hace tiempo que dejó de ser el Principito. A esta altura, ese apodo no responde a su talla de jugador y tampoco a su edad. Si el sueño se le cumple, José Sosa festejará los 25 años en Sudáfrica. Mientras tanto, pelea por esa gloria deportiva. Disfruta de este retorno al fútbol argentino que lo tiene como protagonista. Y, cuando puede, descansa. En ojotas, sus pies, agotados, golpeados, se relajan luego de dos partidos tremendos que pusieron a Estudiantes y a él mismo como candidatos. Uno para el título, el otro para una lista que Maradona ya dijo tener casi cerrada.

-¿Estás en el nivel que viniste a buscar al volver?

-Sí, estoy contento. Más que nada por tener esa continuidad que uno necesita para llegar a un buen nivel. Y también estoy satisfecho por el momento del equipo, porque le da otro volumen al juego individual.

-¿Te costó acomodarte?

-No es fácil cuando uno se va y debe volver. Yo tomé la decisión y muchos me decían: "No seas boludo, van a decir que tuviste que pegar la vuelta, que sos un fracasado". Yo nunca lo tomé así. Porque volví, sí, pero a Estudiantes, que hoy es uno de los clubes más importantes de la Argentina y de América. Y también tiene su exigencia. Lo demuestra el presente: estamos peleando los dos frentes.

-¿Qué te queda, ahora, para poder ir al Mundial?

-La chance que tenga de poder ir dependerá de que siga con este nivel y con la expectativa de que Estudiantes también continúe de este modo. Porque lo grupal también da otra visión de las cosas. Hay una competencia linda con varios jugadores que quizá tuvieron más chances en cuanto a partidos en Selección. Pero tengo la misma ilusión.

-¿Verón te motiva más?

-El me dice que el hecho de que se me nombre hace que tenga que pelear hasta lo último. El no va a saber si voy a o no. La exigencia debe ser mía por saber que Maradona se fija en mí.

-¿Ya planificaste tu vida para junio?

-La verdad es que no quiero programar nada. Tengo la ilusión de estar en el Mundial y por eso no pienso más allá. Apuesto a seguir así en Estudiantes y a lo que pueda pasar con este sueño.

-¿Qué te imaginás de un Mundial?

-Me tocó estar en un Sub 20, en los Juegos Olímpicos, pero no creo que sea algo parecido. Uno, a esta edad, valora ciertas cosas de otra manera. Y estar en el Mundial de Diego, como técnico, y de Messi, con toda la expectativa que hay en él, es impagable. Ojalá que me toque estar.

-¿Cuándo fue la primera vez que lo viste a Diego?

-Fue sorpresivo. Fue en Estudiantes, con Bilardo como técnico. Mi viejo me había venido a visitar, estaba tomando mate con él en el Country y de repente fue una revolución. Fui a buscar agua para el mate y Vismara me pregunta: "¿Lo viste al Diego?". Y yo no entendía nada. Hasta que pregunté y me dijeron que estaba, fui corriendo a decirle a mi viejo, que es hincha de Boca. Te imaginás...

-¿Y cómo fue?

-Fuerte. Era como que tenías que hacer cola para verlo, pasábamos de a poco, je. Después jugó un ratito un picado y ahí sí me saqué una foto con él y mi viejo.

-¿Le dijiste algo?

-No, nada, ¿qué le voy a decir? Escuchamos lo que él hablaba. Es de esas personas que impacta cuando las ves, como pasa con Sebastián. Son personalidades fuertes y cuando te las encontrás, cuesta decirle algo, más allá de que te morís de ganas. Todavía hoy, con la confianza que tengo, me cuesta decirle cosas a Seba. Imaginate con Diego.

-Verón contó más de una vez que le costó varias charlas convencerte de lo que podías dar.

-Y... me retó varias veces, je. Pero su experiencia, sus consejos, me ayudaron mucho. Aun estando en Europa, cada vez que venía me daba detalles de varios partidos míos, me decía lo que tenía que mejorar. Creo que con él hice el click. A veces hay cosas que no ves.

-¿Y Bilardo? ¿Qué significa para vos?

-Significó mucho en el momento que arranqué. Si bien Craviotto me hizo debutar, Carlos me preparó para ser un jugador profesional.

-¿Qué les exigía?

-Te preparaba desde los cuidados en todo aspecto que debía tener un jugador. Hay muchas cosas que van más allá de si salís o no de noche: cómo descansás, cómo te alimentás....

-¿Y lo entendían?

-En ese momento, a medias. No era sencillo, porque por ahí nos tenía semanas enteras concentrados. Pero el grupo que había hizo todo llevadero. Y nos sirvió.

-¿A vos te hizo sacar los primeros músculos?

-Sí, je. Fue una sola vez igual. Después de un entrenamiento, nos llamó a mí y a Basanta, nos hizo agarrar un hacha y nos pidió que lo siguiéramos. Caminamos un montón, hasta que llegamos a un lugar de muchos árboles, acá en el Country. Y ahí nos pidió que le diéramos con el hacha. Eso sí, nos dijo: "Pero no lo tumben, eh". El era así, jejeje.

-¿Qué buscaba con eso?

-Hacer que te dieras cuentas de otras cosas, de lo que significaba trabajar, del lugar de privilegio que podíamos tener nosotros en el fútbol. Y del sacrificio que había que tener para ser un jugador profesional.

-¿Te pasó algo más?

-A mí no, pero siempre hacía alguna del estilo. Una vez hizo prender las luces del Country a las dos de la mañana para que practicáramos definición. Pero también la pasábamos bien, eh. Una vez nos preguntó si estábamos aburridos, como le dijimos que sí, fue y nos trajo un mago, je. O nos llevaba a comer a Puerto Madero para distraernos.

-¿Que él esté en la Selección te da cierta ventaja?

-Hay gente que uno conoce y que a uno lo concen, pero eso no significa que vaya a estar por ellos. Sí ilusiona que por ahí sepan lo que vos podés dar, pero tampoco hay que hablar mucho de eso porque si no se presta a que digan que puedo ir al Mundial por ellos. Y no es así. Si tengo la suerte de ir, será por mérito propio.

-Bilardo no lo logró, pero el fútbol alemán si te puso más grandote...

-Tampoco es para tanto. Pero ellos hacen mucho hincapié en la musculación. Además, los jugadores allá, los defensores, son de gran tamaño. Y hay que chocar con ellos, eh. El club, desde que llegás, te prepara. Si Demichelis aún me carga.

-¿Qué te dice?

-Que llegué todo flaquito, como una palomita, y me fui tuneado...

-¿El también te decía que tenías posibilidades de estar en la Selección?

-Cada vez que él volvía de la Selección, hablábamos. Me comentaba cómo estaba todo, me mandaba saludos de compañeros que había tenido. Y me alentaba como todos, me decía que si estaba bien podía llegar a pelear un lugar.

-¿Te costó rendir en el Bayern Munich?

-Lo que pasa es que es difícil cuando llegás desde acá y no sos tan conocido. Ellos se fijan mucho en el nombre y a mí, por ejemplo, me tocaba jugar a veces en el puesto de Ribery, que es un crack y por el que habían pagado una fortuna. Era lógico que jugara él. Igual, a mí también me costó.

-¿En qué aspecto, más allá de lo cultural?

-Por ahí no me exigía al 100% en los momentos que me tocaba estar en el banco, cuando no era nada malo eso teniendo en cuenta los jugadores que había. Tendría que haber aprovechado mejor esos diez o veinte minutos, o un tiempo. Y pensar que más allá de los nombres, podía ser titular. Hoy pienso diferente. En eso maduré. Cuando vuelva, no será igual que antes. Me di cuenta del lugar en el que estaba.

-¿Y qué te faltó en la Selección para tener otra presencia en el equipo?

-Un poco lo mismo. Es difícil llegar y verte entre tantos jugadores de nivel, como tiene Argentina. Y a veces uno prioriza cumplir en lo grupal, con lo táctico y deja de lado la chance de mostrarse. Eso fue lo que me pasó. Pero hoy pienso distinto. Hoy soy consciente del momento en el que estoy y de la importancia de tener una chance de ir al Mundial entre tantos jugadores como tiene nuestra Selección.

-Con la llegada de la Gata, volviste a jugar de volante por la banda, ¿ese puesto te da más chances de tener un lugar en la lista?

-Es un puesto donde puedo tener buenas chances, porque puedo jugar tanto por derecha como por izquierda. O también jugar suelto. Eso te da la posibilidad de ser una opción más.

-¿Y te preparás para no estar, también?

-Sí, es raro eso, ¿no? Es difícil decir 'no me va a doler si no estoy'. Pero uno tiene que saber que es una de las posibilidades. Y yo tengo que mantener la ilusión hasta el final, no sólo por el Mundial sino por Estudiantes y por mi futuro.